Desde allí, el Santo Padre aseguró que el pesebre o nacimiento “nos recuerda que formamos parte de una maravillosa aventura de salvación en la que nunca estamos solos”.

El Papa León destacó que, a lo largo de la historia, los cristianos han representado el Misterio de la Encarnación “con los rasgos de su propia cultura y los paisajes de su tierra”. Además, recordó que Santa María la Mayor resguarda la Sagrada Cuna del Niño Jesús.

Fue precisamente esta reliquia la que inspiró a San Francisco de Asís a iniciar la tradición de los pesebres en 1223, recordó el Papa. Desde entonces, aseguró, esta costumbre se ha extendido por todo el mundo.

“Desde la gruta de Belén, donde se encuentran María, José y el Niño en su desarmante pobreza, nos ponemos en camino de nuevo para comenzar una nueva vida siguiendo los pasos de Cristo”, dijo.

“Serán testigos de ello esta tarde, con la procesión que recorrerá las calles de la ciudad. Esta, con su coreografía, vestuario y música, será un signo gozoso de lo hermoso que es ser discípulos de Jesús, Dios hecho hombre”, añadió el Papa León.

Representar el belén, continuó, convierte a los artistas en verdaderos peregrinos de la esperanza para todos quienes se encuentren en su camino: 

“Para los jóvenes y los ancianos, para las familias, los jóvenes y los ancianos que encontraréis en vuestro camino; para los que se alegran y para los que sufren, para los que están solos, para los que sienten vivo en su corazón el deseo de amar y ser amados, y para los que, a pesar de sus fatigas, siguen trabajando con compromiso y perseverancia para construir un mundo mejor”, señaló.

“Difundan este mensaje y mantengan viva esta tradición. Son un regalo de luz para nuestro mundo, que necesita desesperadamente mantener la esperanza”, concluyó el Papa.

El Papa León también recibió a los promotores y artistas del Concierto de Navidad en el Vaticano, que se realizará este 13 de diciembre. Este evento tradicional, que llega este año a sus 33 ediciones, “celebra el misterio del Nacimiento de Jesús a través de los lenguajes universales de la música y el espectáculo”.

Es promovido por las Misiones Don Bosco y la Fundación Gravissimum Educationis. El Santo Padre expresó que las melodías de esta noche son “surgidas en diversos contextos, vinculadas a diferentes historias, generaciones y sensibilidades”.

“Y, sin embargo, como sucede en el cielo nocturno, estas luces sónicas compondrán armoniosamente una constelación común que, como tal, no es solo un patrón, sino una guía”, aseguró.

“La música nace de la vida cotidiana, acompaña nuestros viajes, nuestros recuerdos y nuestras luchas: es un diario compartido, que preserva los sentimientos de todos: la nostalgia, el anhelo, la anticipación, la pérdida, el renacimiento, contando nuestro viaje con sencillez y, al mismo tiempo, profundidad”, dijo el Papa León.

Además, explicó que la Navidad nos recuerda que Dios para revelarse “eligió un marco humano”, valiéndose “de un hogar sencillo” y cercano a nuestra realidad. 

“No se queda en un lugar inaccesible del cielo, sino que nos alcanza en el corazón mismo de nuestras pequeñas historias. De esta manera, nos revela que la vida cotidiana, tal como es, puede convertirse en el lugar de encuentro con Él”, añadió.

El Concierto de Navidad de este año busca apoyar un proyecto misionero salesiano en el Congo: la construcción de una escuela para 350 niños. Sobre esto, el Papa comentó que “la belleza, cuando es auténtica, no se encierra en sí misma, sino que genera decisiones responsables para el cuidado del mundo”.

“Por eso, los invito a vivir este momento como una peregrinación interior. Que en Navidad, la música sea un lugar del alma: un espacio donde el corazón se expresa, acercándonos a Dios y haciendo que nuestra humanidad se inspire cada vez más en su amor. Este es mi deseo para ustedes, mientras invoco la bendición del Señor sobre todos ustedes”, concluyó.