Comprobamos por el trabajo constante de miles de voluntarios comprometidos, que cada vez más personas, en especial jóvenes, descubren la importancia de defender a los más inocentes: los niños en el vientre materno.

Es así que las Marchas por la Vida renuevan su fuerza en una batalla desigual como ocurre en todo el mundo- entre los que atacan la vida y los valores y quienes están decididos a defenderla en las calles y en miles de acciones cotidianas, muchas veces silenciosas y profundamente efectivas.

Bajo el lema de Unidos por la Vida, esta décima Marcha por la Vida insiste en la necesidad de priorizar sus razones fundacionales, por encima de convicciones políticas, religiosas o de otra índole. La protección de la mujer en situación vulnerable, la derogación de la indigna ley que autoriza y promueve el aborto desde 2020 y la defensa de la familia, siguen siendo las motivaciones centrales de esta noble manifestación cívica.

Las Marchas por la Vida representan el sentido mayoritario de los argentinos, que aman la vida en todas sus etapas, un valor que queremos defender siempre, para ser la voz de los que no tienen voz.