La consultora brasileña Atlas Intel es una de las primeras en medir el impacto del operativo de la Policía de Río de Janeiro en los complejos Alemao y Penha. El resultado del sondeo marca un apoyo mayoritario tanto de los brasileños como de los cariocas.

Según Atlas, el 55,2 por ciento de los brasileños aprueban la operación contra aun 42,3 que lo rechazan. En la medición local el reusado es mayor, con un 62 por ciento de los habitantes de Río de Janeiro con un 34,2 por ciento. 

Asimismo, el 55 por ciento creen que los detenidos y fallecidos de la operación son criminales y un 55 afirma que seguirá apoyando estas intervenciones. 

Respecto de las responsabilidades a la hora de garantizar al seguridad del estado es del gobernador pero afirman que la falta de coordinación en este operativo fue culpa del gobierno federal. 

En ese marco, la evaluación general de Lula en el tema seguridad, el 50 por ciento lo consideras negativo contra un 31 que lo valora de manera positiva. A su vez, solo 35 rechaza el rol del gobernador. 

 Según Atlas, el 55,2 por ciento de los brasileños aprueban la operación contra aun 42,3 que lo rechazan. En la medición local el reusado es mayor, con un 62 por ciento de los habitantes de Río de Janeiro con un 34,2 por ciento

En ese marco, el trabajo de esta consultora arroja un dato que puede ser importante pensando en la campaña presidencial del año que viene. El 44 por ciento cree que la derecha es quien mejor puede abordar el flagelo de la criminalidad y la seguridad pública. 

Otro dato importante es que el 51 por ciento considera inapropiado el minuto de silencio pedido por el referente de izquierda Guilherme Boulos en su asunción como Secretario General de la Presidencia. 

Como adelantó LPO, la masacre de Río de Janeiro activó al bolsonarismo y le dio una inesperada centralidad a Claudio Castro que lideró una cumbre de gobernadores bolsonaristas que le permiten soñar con una candidatura presidencial. 

Como sea, el desafío de Lula y su gobierno es que el tema de seguridad no se vuelva un problema que le complique sus objetivos de reelección.