En el texto del Ángelus difundido de la misma manera que los domingos anteriores, con ocasión del Jubileo de los Enfermos, el Papa convaleciente desea experimentar la «caricia solidaria de Dios» y reza por los médicos, enfermeros y agentes sanitarios, que «no siempre son ayudados a trabajar en condiciones adecuadas y, a veces, incluso son víctimas de agresiones». Su esperanza es que invirtamos en investigación y en un sistema verdaderamente inclusivo.
El Jubileo de los Enfermos y el Mundo de la Salud coloca al Papa Francisco en una posición de particular empatía, dada la convalecencia que está viviendo en Casa Santa Marta tras una prolongada estancia hospitalaria por una neumonía bilateral. Desde su residencia en el Vaticano, difunde, como los domingos anteriores, el texto que ha preparado para el Ángelus de este domingo de Cuaresma, en el que expresa su agradecimiento a quienes cuidan de él y de los frágiles en el cuerpo, y a quienes le manifiestan su afecto incluso desde lejos, y hay también un llamamiento para que estos cuidados puedan practicarse con seguridad y con espíritu de inclusión.