Un prolongado y clamoroso aplauso dio la bienvenida este viernes 14 de noviembre por la mañana al Papa León XIV en el corazón palpitante de la capital, donde llegó para inaugurar el año académico 2025-2026 de la Pontificia Universidad Lateranense: «su casa». Así la define acertadamente el cardenal Baldo Reina, vicario general del Papa para la diócesis de Roma y gran canciller de una universidad que, fundada en 1773, goza históricamente del título de «Universidad del Papa» precisamente por su vínculo intrínseco con el obispo de Roma.
Compuesta por 130 profesores, 34 entre oficiales y empleados administrativos y más de mil estudiantes, la comunidad académica tiene muy presente la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad. Y, aunque también se ve afectada por el descenso demográfico y la crisis vocacional, así como por la consiguiente crisis económica, está tratando, subrayó el cardenal Reina en su saludo introductorio tras el canto Veni Creator del coro en el centro de la asamblea reunida en el Aula Magna, de recorrer caminos inexplorados tanto en la investigación como en la enseñanza, siempre con la atención y la plena adhesión al magisterio petrino.
Mientras tanto, a la espera del discurso del Papa, junto a los profesores laicos y eclesiásticos, tomaban asiento varios jóvenes que han elegido seguir aquí la oferta formativa para su vida eclesial y civil.